Capilla del colegio Kolbe
El colegio Kolbe confía a Alberto Guerrero la pintura mural de su nueva capilla. El artista se basará en un Cristo tallado a mano que fue encontrado en la pared de una celda de Auschwitz.. El muro se trabaja sobre una base de capas frías y oscuras, simbolizando el fracaso y la humillación, como clave para hacer vibrar los tonos cálidos, dorados, que se superponen simbolizando la Salvación y la gracia que entra en el mundo gracias al sufrimiento de Cristo. Los tonos rojizos se salpican a su vez por todo el muro, recordando el Sacrificio. La cruz no está pintada, sino incisa, como la de Auschwitz, pero a otra escala. La pintura trata de acentuar el efecto de la luz que baña el mural desde arriba, simbolizando la salvación. El mural juega así un papel litúrgico representando lo que pasa de una manera real, aunque no visible, en el altar que tiene delante.